Preparando el camino






  • El Premio de Latin Lawyer a la Firma Pro Bono del Año fue para Greenberg Traurig.


  • La oficina mexicana de Greenberg Traurig está allanando el camino para el trabajo pro bono, proporcionando asistencia jurídica en iniciativas cuyo objetivo ha sido brindar asesoría legal a personas vulnerables de México. Además, ha instituido a una abogada pro bono de tiempo completo para coordinar el trabajo voluntario; así como la integración de un programa pro bono institucionalizado con el cual han forjado alianzas cruciales con ONGs locales, clearing houses y organizaciones enfocadas a la protección de los derechos humanos. Asimismo, la Firma ha diseñado una estrategia destinada a incentivar a los abogados a acumular horas en casos de litigios emblemáticos.

    Para conocer más sobre esta labor en Greenberg Traurig Ciudad de México, entrevistamos a su socio Víctor Manuel Frías Garcés y a su coordinadora pro bono Elba Gutiérrez.

    Una de las primeras acciones que realizó la Firma para implementar el pro bono, fue nombrar a Elba Gutiérrez como coordinadora pro bono por su experiencia en el mundo corporativo y en el ámbito de derechos humanos. “La principal función de la licenciada Gutiérrez es ponerse en contacto con organizaciones sin fines de lucro como la ONU para colaborar en proyectos y movilizar los esfuerzos pro bono de la Firma”, señala Frías.

    Desde que se estableció la práctica pro bono, la Firma ha trabajado en casos por un total combinado de alrededor de 2 millones de dólares en horas facturables, un gran logro para cualquier despacho latinoamericano.

    Víctor Manuel Frías Garcés, socio de Greenberg Traurig.

    Como parte de su trabajo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, gran parte de su labor del año pasado se centró en la inmigración, después de que se dieran cuenta de la gravedad del problema con las caravanas de migrantes. México, que durante años fue una nación de emigrantes, se convirtió en receptor de refugiados. Sin embargo, cuando la pandemia del Covid-19 llegó, la Firma cambió sus operaciones como consecuencia. Distribuyeron un manual diseñado para educar a los miembros vulnerables de la sociedad sobre cómo la crisis afectaría a diferentes aspectos de sus vidas.

    Asimismo, colaboró con organizaciones sin fines de lucro para impartir talleres en las comunidades locales sobre temas tales como las habilidades de liderazgo y cómo afrontar los problemas legales cotidianos sin necesidad de un abogado. La Firma cree que, a través del empoderamiento legal, la gente será capaz de utilizar sus conocimientos de la ley para empezar a resolver problemas de forma independiente.

    Elba Gutiérrez, coordinadora pro bono de Greenberg Traurig.

    “Todo tiene que ver con la comunidad. Tenemos la fortuna de estar en la posición de poder devolver algo a la sociedad y, una vez que empezamos a trabajar en estos proyectos, nos dimos cuenta de lo mucho que se puede ganar haciendo también trabajo pro bono. Cuando abogados de diversas áreas participan en un proyecto específico, se crea un fuerte vínculo entre los diferentes equipos. Y no sólo eso, sino que el programa pro bono del despacho ha seguido atrayendo al talento jurídico joven. Cada vez son más los abogados jóvenes que buscan utilizar sus conocimientos legales para el bien común y comprometerse con la comunidad”, agrega Frías.

    Dentro de los proyectos pro bono del Despacho, se encuentran la firma del acuerdo de cooperación con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en relación con la crisis migratoria en México y un programa de educación jurídica para mujeres.

    Durante el 2021, la Firma trabajará en un programa de tutoría para despachos pequeños en México sobre cómo implementar prácticas pro bono. El proyecto se centrará principalmente en los despachos de abogados fuera de la Ciudad de México. “Queremos ayudarles a prestar estos servicios a las comunidades locales y a trabajar con las comunidades indígenas, especialmente con las mujeres. La parte más ambiciosa es lograr la participación del 100% de los abogados en el trabajo pro bono”, concluye Gutiérrez.