La electromovilidad no está en el futuro, ya es una realidad presente en diversas ciudades del mundo, y de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) representa una gran oportunidad para América Latina y el Caribe, ya que su implementación contribuirá a incrementar la seguridad y la resiliencia energética; ayudará a reducir los efectos negativos en la salud causados por la contaminación local; mejorará los servicios de transporte y electricidad; incidirá en el proceso de descarbonización de la región, además de que se desarrollarán nuevas cadenas de valor en la industria digital y automotriz, con la posibilidad de generar empleos de alto valor agregado.
En septiembre de 2020 el Gobierno de la Ciudad de México presentó el primer autobús eléctrico del Sistema Metrobús, el cual opera en la Línea 3 (Tenayuca-Etiopía) y forma parte de la línea Cero Emisiones, la primera en su tipo en el país y América Latina.
El pasado 7 de julio llegaron a México los nuevos autobuses eléctricos que se incorporarán a la flotilla del Metrobús de la Línea 3, informó Roberto Capuano, director general del Metrobús, en su cuenta de Twitter.
En comparación con un autobús de diésel de la flota actual del Metrobús, el autobús eléctrico reduce el uso de energía en 80 por ciento y evita, en 10 años de operación, la emisión de 1,300 toneladas de dióxido de carbono. Además, contribuye a mejorar la calidad del aire al eliminar en el mismo periodo 14 toneladas de contaminantes, incluidos el material particulado, nocivo para el sistema respiratorio, y los óxidos de nitrógeno, asociados con las contingencias por ozono.
El proyecto de Metrobús 100 por ciento eléctrico implicó una colaboración de más de un año entre las autoridades de la CDMX, Metrobús, ENGIE -compañía de energía y servicios- y MIVSA -empresa concesionaria que opera en la Línea 3 del Metrobús-, con la asesoría de Mobility ADO.
ENGIE invirtió en la primera unidad y fue responsable de desarrollar la infraestructura de recarga, que puede ser monitoreada de manera remota gracias a una plataforma digital especializada en flotillas. Por su parte, MIVSA es responsable de operar y dar mantenimiento al autobús bajo su concesión de la Línea 3 del Metrobús, apoyada por la experiencia con electromovilidad de Mobility ADO en Europa.
Cabe mencionar que el pasado 15 de junio el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, presentó Mi Transporte Eléctrico, una nueva ruta con 38 camiones totalmente eléctricos, cuyo propósito es ampliar las opciones de transporte público en la ciudad, mejorar la calidad en la prestación de este servicio, cumplir con la agenda ambiental del Estado y los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París contra el cambio climático.
Mi Transporte Eléctrico, tendrá una inversión de 300 millones de pesos y forma parte del Modelo Integrado de Movilidad en el Área Metropolitana de Guadalajara en el que también se incluyen las líneas 1, 2 y 3 de Mi Tren, unidades de Mi Transporte, Mi Macro Calzada, próximamente Mi Macro Periférico y el sistema de bicicletas públicas MiBici. Otro aspecto novedoso del sistema es que será operado en su mayoría por mujeres, además, se estima que reducirá hasta 4,000 toneladas de dióxido de carbono, transportará hasta 20,000 usuarios y cubrirá principalmente el norte de la ciudad y las colonias colindantes entre Guadalajara y Tonalá.
Gabriela Canales, directora de Gestión del Desarrollo Metropolitano del Área Metropolitana de Guadalajara, destacó que la ruta eléctrica fue posible gracias a la vinculación que hizo el Instituto Metropolitano de Planeación (IMEPLAN) en 2018 con la Red de Ciudades C40, la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) y la Embajada Británica en México.
De acuerdo con estimaciones del Proyecto Metrobús Eléctrico de la CDMX, los autobuses eléctricos, como ícono de la electromovilidad pueden contribuir a que México cumpla su meta de transición energética hacia las energías limpias al 50 por ciento en 2050, como establecen los Acuerdos de París contra el cambio climático.
Para Jorge A. Suárez Velandia, experto en movilidad sustentable, la electromovilidad en México ha registrado un mayor avance en el transporte público y es una transformación que avanza. “Ya empezamos a ver, por ejemplo, el Metrobús con la primera flota de buses articulados eléctricos. Un bus opera de 250 a 280 kilómetros al día, en el caso del Metrobús, y eso lo hace una aplicación ideal para electrificar. También el transporte público de Guadalajara es interesante. Realmente aquí nos centramos en operaciones de transporte que son intensivas en el uso o kilómetros recorridos o uso en horas o kilómetros, si utilizas muchas horas también utilizas muchos kilómetros, y como la inversión es más alta en este tipo de vehículos, entonces será redituable”.
En entrevista, comenta que además del transporte público existe un área de oportunidad de implementar vehículos eléctricos en flotas comerciales que emplean camiones pesados y de última milla para repartir mercancía a clientes finales, así como en flotas livianas que prestan servicio a través de apps de movilidad. “En cuanto a lo que ha pasado en México, es que hay empresas cerveceras y en la industria de alimentos y bebidas que también empiezan a interesarse en cambiar a una flota eléctrica. En plataformas de transporte ya empieza a haber flotas eléctricas en circulación, y ahora sí hablamos de coches que se utilizan durante todo el día. No es una cosa del futuro, ya es una realidad”.
Asimismo, subraya que la electromovilidad también conlleva un cambio de paradigma. “El uso de motores y baterías para la propulsión de los vehículos implica cambios importantes en la tecnología, la capacitación de los técnicos, la operación de los vehículos, el desarrollo de infraestructura, es decir, realmente es un cambio de paradigma. Incluso, se puede hablar de la manufactura de esos vehículos. El interés que hay en esta tecnología es porque responde principalmente al reto climático de migrar hacia un transporte electrificado en la medida que su eficiencia energética es muy amplia, tres veces más que un vehículo convencional, es una estrategia de descarbonización que trae beneficios como la operación silenciosa y también una reducción de los costos de energía, entre 50 y 80 por ciento”.
Beneficios ambientales y económicos
El Proyecto Metrobús Eléctrico de la CDMX señala que entre las ventajas de los vehículos eléctricos para el transporte público se encuentra la operación eléctrica libre de emisiones de escape; la mitigación anual de 90 toneladas de dióxido de carbono, comparado con un autobús regular; cuatro veces más eficiencia energética: 97.5 MWh eq/km contra 309.8 de un autobús Euro 6 diésel (metrobús doble piso); reducción de ruido de 80 decibelios a 65 y alternativas de recarga como baterías de litio y pantógrafo.
Jorge A. Suárez Velandia menciona que además de los beneficios ambientales los vehículos eléctricos también otorgan ventajas económicas. “Operar con diésel o gasolina es muy caro porque se acumulan muchos kilómetros y los motores están optimizados para operar en carretera, no en ciudad, entonces eso hace que un vehículo de combustión afecte su operación porque es a baja velocidad, mientras que el eléctrico es bueno porque utiliza mejor la energía y no la usa cuando está detenido. Otro beneficio es la simplicidad en el número de piezas de un eléctrico versus el de combustión interna, por lo que también disminuye el costo de mantenimiento. Si agrupas esos beneficios de reducción costo-energía, uso-energía y costo de mantenimiento puedes invertir en esos vehículos eléctricos a cambio de bajos costos de operación. Hay algo que se llama costo total de propiedad, que es la suma del monto de inversión de compra y los costos de operación, entonces nos tenemos que mover del paradigma de pensar en precios a pensar en el costo total de propiedad”.
Añade que en un proyecto de electromovilidad lo más oneroso es la inversión en los vehículos y, dependiendo de la aplicación, la infraestructura requiere entre cinco y 20 por ciento del costo total del proyecto.
Ciudadanos demandan autobuses eléctricos
• +20% de los gases de efecto invernadero generan los aviones, motocicletas, vehículos pesados y autos particulares en México.
• 29.2% de los usuarios del Metrobús Eléctrico de la CDMX opinan que los automóviles particulares son quienes más contaminan al Valle de México.
• 86.8% de los usuarios de la Línea 3 del Metrobús considera que la transformación a autobuses 100% eléctricos ayudará a reducir los niveles de contaminación ambiental del valle de México.
Fuente: Proyecto Metrobús Eléctrico.