Refinería Miguel Hidalgo: desafío de sostenibilidad






  • La tendencia mundial apunta hacia la generación de indicadores medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) como complemento a las formas de estimar el desempeño financiero de las empresas, tanto privadas como estatales. En este contexto, México Evalúa publica un estudio de caso sobre la refinería 'Miguel Hidalgo' en Tula, Hidalgo, donde expone la responsabilidad corporativa de Pemex y los desafíos que enfrenta para mejorar el manejo y gestión de sus riesgos ESG.




  • Una quinta parte de la contaminación registrada en la Ciudad de México es ocasionada por la dispersión de dióxido de azufre y de partículas suspendidas PM2.5 desde la zona de Tula–Tepeji, revela México Evalúa en su estudio titulado La responsabilidad corporativa de Pemex a prueba: el caso de los impactos sociales y ambientales de la refinería Miguel Hidalgo.

    De hecho, a partir de la metodología de la calificadora Sustainalytics el reporte de México Evalúa identifica que Pemex es una de las tres petroleras con riesgos más severos en los indicadores ESG de sustentabilidad, los cuales ya son adoptados en los mercados financieros, empresas listadas en bolsa, agencias calificadoras y organismos reguladores, y en los próximos años serán necesarios para acceder a opciones de financiamiento.

    Ana Lilia Moreno, investigadora del Programa Justicia de México Evalúa, comenta en entrevista que cada vez es más certero el diagnóstico sobre la existencia del cambio climático y las consecuencias de no actuar ante la emergencia climática, cuyos efectos podrían ser más graves que los del COVID-19. “La discusión internacional se está volviendo un consenso y esto se traduce en modificaciones, por ejemplo, a las normas internacionales con base en las cuales operan las industrias tanto en la manufactura como en la extracción de recursos naturales o en la logística. La misma inercia de la economía mundial obliga a irse adaptando a estas nuevas normas, por lo que aislarse del mundo no es una opción que nos lleve a una mejor existencia porque estamos interconectados. Entonces la apuesta a la refinación es de corto plazo con serias implicaciones ambientales y en la generación de valor como empresa, dado que el sistema nacional de refinación pertenece a Pemex, al Estado, en México no hay refinación con dinero privado. En el sentido presupuestal también es una apuesta de suma cero lo que se destine a impulsar, reconfigurar o construir nuevas refinerías”.

    Asimismo, el estudio indica que las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de Pemex Transformación Industrial (TRI) en su segmento de refinación aumentaron entre 2018 y 2019: 32 por ciento las de dióxido de carbono, principal gas responsable de este fenómeno, y 69 por ciento las de óxidos de azufre, principal causante de la lluvia ácida y de enfermedades pulmonares. De acuerdo con la investigación de México Evalúa, no existen estrategias claras para mitigar estos aumentos y no se trata de una prioridad para la empresa.



    “En el sentido presupuestal también es una apuesta de suma cero lo que se destine a impulsar, reconfigurar o construir nuevas refinerías”.
    Ana Lilia Moreno, investigadora del Programa Justicia de México Evalúa.




    La investigadora del Programa Justicia de México Evalúa destaca que sí es factible que Pemex logre mejorar la gestión de sus riesgos ambientales, sociales y de gobernanza, pero tendría que modificar su plan de negocio. “Aquí la limitante es la política energética actual, porque Pemex está muy limitado en su gestión, en cuestión de que la ley la faculte para ser autogestionable desde su gobierno corporativo. El punto sería retomar el plan de acción climático, autorizarlo, obviamente al 2021-2022, contratar certificadores, revelar los riesgos, valorarlos y medirlos. El hecho de que haya una emergencia climática en Tula no quiere decir que es solo su responsabilidad, pero sí debería haber un deslinde, hasta dónde sí y hasta dónde no. Y en términos reputacionales qué plan tenemos porque la comunidad que vive al lado de la refinería tiene afectaciones de salud, afectaciones en su economía y en su agricultura. Entonces, ¿cómo hacemos para ayuda, cómo sumamos?”.

    Precisa que el estudio La responsabilidad corporativa de Pemex a prueba: el caso de los impactos sociales y ambientales de la refinería Miguel Hidalgo busca responder a la tendencia de los ESG como uno de los criterios que marcan la pauta del valor de las empresas y de su posibilidad de acceder a financiamiento competitivo. “Las empresas en el mundo, estatales y privadas, ya se están preparando para este cambio de paradigma y en cuanto se vuelva norma contable no te vas a poder escapar. Ahorita sí se pueden escapar porque todavía es voluntario, pero una vez que sea obligatorio ya no podrán. Entonces es mejor prepararse desde ahora a nivel de consejo de administración, tomar una agenda climática o retomar la que se tenía y hacer un plan de acción concreto, aunque tome mucho tiempo. Quizá políticamente no es lo más viable porque tal vez trascienda el 2024, pero sí vale la pena que los consejeros, particularmente los que tengan vocación ambientalista, sean los líderes de un plan de acción climática serio para Pemex”.

    Emergencia ambiental en Tula

    La investigación de México Evalúa refiere que valoraciones realizadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) fundamentan una declaratoria de riesgo sanitario desde noviembre de 2018 para los municipios de Tula de Allende y Tepetitlán, la cual no ha sido atendida.

    De acuerdo con el Oficio No. S00/155/2018, al que México Evalúa tuvo acceso, COFEPRIS ratificó niveles de arsénico, manganeso, plomo y mercurio superiores a los máximos permitidos en todos los pozos de agua para consumo humano analizados con el apoyo de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en esta zona.

    “En Tula se vive una emergencia ambiental y sanitaria. El riesgo principal es la contaminación, las emisiones y el combustóleo. Tenemos la expansión de la contaminación a la zona del Valle de México, pero también hay otros territorios aledaños que están recibiendo estas partículas suspendidas. En la parte de agricultura, lo que observamos en la investigación es que hay una disociación muy marcada entre la zona industrial de Tepeji, Tula, Atotonilco y la vocación agrícola del Valle del Mezquital, que además es habitada por un buen porcentaje de población indígena con serios niveles de pobreza. Es una zona que está muy afectada por las descargas de agua y esto lo corroboramos con ex funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) que estuvieron presentes y fueron responsables de armar todos los diagnósticos que ya se tenían y de generar actualizaciones, de hablar con la gente de la zona, con los afectados, de articular esfuerzos interinstitucionales y con el Estado de Hidalgo”, subraya Ana Lilia Moreno.

    Entre las probables afectaciones el reporte resalta la salud de la población, con al menos 303,771 personas expuestas diariamente a las descargas industriales sin tratamiento a los cuerpos de agua en la Cuenca de Tula, que provocan enfermedades parasitarias, gastrointestinales y cancerígenas; y la economía local, debido a que el 44 por ciento de la población se dedica a la agricultura”. México Evalúa concluye que es urgente que Pemex mida y evalúe sus riesgos ESG, tanto para atender los daños en las comunidades, como para ganar relevancia en materia de inversión y acceder a mejores condiciones de financiamiento.

    www.mexicoevalua.org