Fusión INDAUTOR-IMPI
¿experimento improvisado?






  • El pasado 7 de enero el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, manifestó en la conferencia “mañanera” su intención de fusionar al Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). Guillermo Pous, socio fundador de Pous® Abogados, explica por qué la integración de ambos institutos genera un panorama poco alentador, aun sin considerar la materia de fondo.


  • Para Guillermo Pous, experto en propiedad intelectual y derecho del entretenimiento, la fusión del INDAUTOR con el IMPI daría como resultado un instituto mostrenco en modalidad híbrida. “El presidente López anunció en su conferencia matutina la intención o meta de fusionar al INDAUTOR con el IMPI con el fin de hacer de este último una institución 'más sólida' y, por supuesto, implementar, economizar y optimizar recursos del Estado, haciendo que el INDAUTOR, antes dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y ahora de la Secretaría de Cultura, forme parte de la Secretaría de Economía, dirigida por una licenciada en lengua inglesa”.

    Subraya que el panorama de inicio y origen no es alentador, incluso sin considerar la materia de fondo. “Lo único que podríamos esperar es un experimento improvisado, como muchas otras ocurrencias a las que hemos tenido que acostumbrarnos por su carencia de sustento, coherencia y caprichos, y que de ninguna manera es una garantía, sería presuntamente una mejor eficiencia presupuestaria, lo cual en ningún momento debería ser condicionante”.

    Asimismo, refiere que la fusión de ambas ramas de la propiedad intelectual de la manera que se pretende ha dejado a nivel internacional una experiencia no del todo positiva debido al nivel de especialización que exige cada una de ellas, sin tomar en cuenta las jurisdicciones de las estructuras de cada disciplina por la naturaleza jurídica que poseen.


    “Lo único que podríamos esperar es un experimento improvisado, como muchas otras ocurrencias a las que hemos tenido que acostumbrarnos por su carencia de sustento, coherencia y caprichos, y que de ninguna manera es una garantía, sería presuntamente una mejor eficiencia presupuestaria, lo cual en ningún momento debería ser condicionante”.
    Guillermo Pous, experto en propiedad intelectual y derecho del entretenimiento.



    “La materia autoral demanda un nivel de experiencia notable y no solamente por su 'tronco común', sino por otras áreas como la de derechos conexos y otros más incluidos en su legislación como reservas de derechos, uso de imagen o expresiones del folclore. Como ejemplos de estos experimentos se puede citar el caso de la oficina de propiedad intelectual del Perú, en donde igual e indistintamente se atienden asuntos de derechos de autor y de propiedad industrial, como de competencia económica, protección al consumidor o lineamientos publicitarios, o bien, la del Ecuador, que se encarga de asuntos de derechos de autor, propiedad industrial y, de manera especial e independiente, las obtenciones vegetales, competencia de políticas públicas, difusión del conocimiento, transferencia tecnológica y conocimientos tradicionales. No así en el caso de Colombia o Estados Unidos, ya que no representaría un sinónimo de fortalecimiento en la protección o impulso a la materia; y, de manera aparte, ya que es evidente que no tenemos el mismo arraigo y fomento a y hacia la cultura, el caso de Canadá”.


    “No es lo mismo ser respetado a ser famoso, hoy cualquiera puede ser famoso pero no cualquiera puede ser respetado”.
    Vivian Sleiman, escritora.



    Enfatiza que la protección que brinda la propiedad industrial es con fines eminentemente comerciales y locales, en cambio, en los derechos de autor es una protección absolutamente cultural y a nivel mundial. “Son derechos comerciales versus derechos humanos, derechos constitutivos versus derechos declarativos, esto genera que no sea posible mezclarse con coherencia, congruencia y consistencia en una misma institución, ya que la eminente posibilidad de un potencial conflicto de intereses por parte de la autoridad queda a la vista al momento de tener que resolver entre un emporio corporativo a quien defiende por una parte en asuntos comerciales o ese mismo emporio si transgrede los derechos de autores o titulares de derechos conexos, entre otros. Sería tan absurdo pensar que se quisieran homologar criterios como si los requisitos de una invención para ser patentable podrían tratar de empatarse para calificar la originalidad de una obra. Además, no podemos olvidar hacer a un lado los tratados internacionales suscritos por nuestro país en donde nos obligamos puntual y detalladamente a la observancia de derechos de propiedad intelectual”.


    INDAUTOR, rema contra corriente

    El socio fundador de Pous Abogados manifiesta que el INDAUTOR es el ejemplo perfecto de un salmón que nada contra corriente y a pesar de las condiciones llega a su meta.

    “Desde el inicio del sexenio, el INDAUTOR estuvo en todo momento acéfalo, se trató de armar a modo y por conveniencia de internos y externos. Por reglamento interno del propio INDAUTOR, el director jurídico es quien debe quedarse como encargado de despacho al no haber un director general, situación que al día de hoy se lleva a cabo de manera impecable y celebra el mediano golpe de timón que se dio al permitir que sea dirigido por alguien que no es improvisado, sin embargo, lo mantienen todavía, por lo menos, con una mano atada a la cintura (o al presupuesto), sin permitir que se reconozca abiertamente la calidad de su experiencia, conocimientos y capacidad para dirigir solventemente y con pleno dominio tal institución, aunado a que se encuentra respaldado por todos y cada uno de los servidores, quienes forman parte de la plantilla laboral del Instituto y hacen que sea un lugar con un servicio destacado y con ánimos encomiables de ayuda a favor de los usuarios”, expresa el experto en derecho de la propiedad intelectual y del entretenimiento.

    Sugiere reunir a expertos en propiedad intelectual, quienes efectivamente conocen esta materia, la viven y viven de ella, la conocen y disfrutan. “Lo necesario y adecuado es realizar un consenso para lograr un frente común en defensa de la aberración que pretende llevarse a cabo. Para esta ocasión, especialistas de escritorio y expertos de aula pueden observar. Y como se solía escuchar, y a lo mejor después de leer esto y el disgusto que pudiera ocasionar, se podría decir 'ya sé que no aplauden'”.


    @guillermopous
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