Compliance ayuda a cumplir con obligaciones legales






  • En México hoy es más común que las empresas recurran al Compliance para lograr una mejor administración de riesgos, cumplir con la normatividad local e internacional, y para mitigar posibles sanciones.




  • De acuerdo con una reciente encuesta de Deloitte realizada a 257 empresas en México, el 74 por ciento de ellas ha implementado procesos de compliance.

    El compliance es el conjunto de procesos y medidas a seguir por una organización para cumplir con normas y regulaciones, y así evitar sanciones, multas y responsabilidades. Estos procesos tienen como objetivo principal detectar y prevenir hechos con apariencia de delito por parte de la empresa o de cualquiera de sus empleados. También permite que las empresas evalúen sus procesos internos para asegurarse de que se están realizando de acuerdo con los estándares legales y de buenas prácticas comerciales, explica Oswaldo Miguel Ojeda Moreno, licenciado en Derecho y maestro en Ciencias Penales y Criminalística, ambos por la Facultad de Derecho de la Barra Nacional de Abogados (BNA).

    El abogado añade que el compliance permite mejorar la comunicación interna de la empresa, incrementa la confianza de los consumidores y proveedores, previene prácticas ilegales y delitos cometidos por la persona jurídico-colectiva y aumenta la efectividad interna de la sociedad.

    El compliance es una práctica corporativa que se recomienda implementar a las personas jurídico- colectivas, por ello es que surge la figura del “compliance officer”, quien se asegura de que las políticas, conductas y procedimientos de la organización se apeguen a la legislación aplicable, además de que elabora, revisa, implementa y supervisa los procedimientos de compliance.

    “El compliance es una actividad desempeñada cada vez con mayor frecuencia por licenciados en derecho, contadores y despachos, pues últimamente ha adquirido mayor importancia en el sistema legal y corporativo mexicano”, expresa Ojeda Moreno.

    El también profesor de la Facultad de Derecho de la BNA menciona que el compliance tiene su origen en el derecho administrativo y forma parte de varias ramas del derecho, ya que se materializa en diversas cuestiones prácticas, entre ellas el derecho corporativo, que se encarga de garantizar que una empresa cumpla con los requisitos legales y reglamentarios relacionados con su actividad.



    “El compliance es una práctica a la que puede recurrir cualquier persona que desee cumplir con sus obligaciones legales a través de un manual de cumplimiento, sin que se pierda de vista el rol al que se dedica la persona, generando con ello un tipo de blindaje para prevenir, atenuar y excluirse responsabilidades”.
    Oswaldo Miguel Ojeda Moreno, maestro en Ciencias Penales y Criminalística.







    Compliance enfocado en propiedad intelectual

    Los programas de cumplimiento normativo enfocados en propiedad intelectual son conocidos como soluciones IP Compliance.

    Al respecto, Oswaldo Miguel Ojeda Moreno expone que en los últimos años diversas compañías han salvaguardado sus activos, ventaja competitiva y operaciones del día con soluciones de IP Compliance, las cuales reducen los riesgos de su actividad. “Son herramientas que se han usado para identificar y proteger los derechos de propiedad intelectual de una organización, reducen el riesgo asociado con el fraude y el uso indebido de la propiedad intelectual”.

    En el ámbito del cumplimiento normativo existen diversos riesgos ligados a los derechos de propiedad intelectual, entre ellos el robo de la propiedad intelectual de otros, la infracción de patentes, la copia no autorizada, el uso indebido de marcas registradas, el uso abusivo de contenido protegido por derechos de autor, la violación de la confidencialidad de la propiedad intelectual, por citar algunos.

    Ojeda Moreno señala que las políticas de cumplimiento normativo en propiedad intelectual abarcan una amplia gama de temas relacionados con el uso indebido de material protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor y Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial. “Las marcas, los comerciales, las patentes, los modelos de utilidad, entre otros más. Se puede incluir la protección de marcas registradas, la protección de nombres comerciales, el uso limitado de material protegido, etcétera, materializado con avisos de tratamiento de datos, la no revelación de secretos, la no comercialización sin permiso de la persona facultada, entre otras”.

    Enfatiza que la vulneración de los derechos de propiedad intelectual conlleva infracciones administrativas, así como responsabilidades en materia penal y civil que se encuentran reguladas en la leyes reglamentarias y vigentes.

    Agrega que si bien el compliance ayuda a verificar la adherencia de los activos intangibles de las empresas a las distintas regulaciones, no es la única forma existente para salvaguardarlos, ya que se requieren prácticas adicionales que ayudan a las compañías a lograrlo, entre ellas la seguridad de la información, la protección de activos, un adecuado gobierno corporativo, la debida vigilancia, la gestión de riesgos informáticos, lo que da lugar a la figura de la seguridad informática o digital que se debe adoptar, sobre todo porque la mayoría de las veces se guarda información sensible en discos duros y almacenadores que pueden ser susceptibles de un ataque informático, lo que puede dar vida al común “secuestro informático” derivado de una falta de prevención de riesgos.

    Cabe resaltar que el compliance en propiedad intelectual permite a las empresas ser más competitivas y expandir sus servicios al mercado global, por lo que se ha convertido en una herramienta necesaria y exigible. “Con las prácticas de cumplimiento que permiten la protección de los derechos de propiedad intelectual las empresas pueden explotar mejor su inversión en la materia y expandir su oferta de servicios para atraer a nuevos clientes y reducir significativamente los riesgos de litigios, en particular con los competidores, ya que se pueden desarrollar soluciones innovadoras y, por ende, aumentar su competitividad para ofrecer nuevos productos y servicios al público en general”, detalla el abogado.



    “En el ámbito del cumplimiento normativo existen diversos riesgos ligados a los derechos de propiedad intelectual, entre ellos el robo de la propiedad intelectual de otros, la infracción de patentes, la copia no autorizada, el uso indebido de marcas registradas, el uso abusivo de contenido protegido por derechos de autor, la violación de la confidencialidad de la propiedad intelectual, por citar algunos”.
    Oswaldo Miguel Ojeda Moreno, profesor de la Facultad de Derecho de la BNA.





    El impacto actual del compliance

    Debido a los desafíos regulatorios que actualmente enfrentan las empresas de Latinoamérica, las áreas de cumplimiento tienen más obligaciones y compromisos para enfrentar más retos y así prevenir riesgos, sanciones, responsabilidades y delitos que afectan las finanzas y la reputación de las compañías.

    Oswaldo Miguel Ojeda Moreno indica que como consecuencia de los riesgos volátiles que amenazan a las organizaciones, las normas empresariales de cumplimiento cada vez se modifican en menor tiempo, es por ello que ya existen tecnologías y servicios que aligeran esos cambios a la par que reducen costos de operación y obtienen resultados más satisfactorios, así como personal capacitado para poder detectar los riesgos en cada una de las empresas y prevenir antes de su resultado.

    “Un ejemplo significativo son las empresas internacionales con residencia en México que tienen un departamento de compliance que revisa hasta con quién se hará un trato comercial, así como los notarios de la Ciudad de México, que con base en las exigencias legales que se les piden deben cuidar a cabalidad los actos jurídicos que certifican”, puntualiza el profesor de la Facultad de Derecho de la BNA.



    Los 3 retos que debe afrontar el compliance

    La función de compliance nace en el mundo empresarial anglosajón, y más concretamente en el sector financiero y farmacéutico, industrias que tradicionalmente han estado sometidas a una regulación bastante rigurosa, pero está irrumpiendo con fuerza en todos los sectores, expone Deloitte y puntualiza cuáles son los tres retos que afronta esta actividad.

    1. Humano: el perfil de compliance se encuentra hoy más solicitado que el de asesor jurídico interno o auditor interno. El mercado laboral de perfiles de cumplimiento normativo se ha activado y está atravesando un momento de gran dinamismo. En el ámbito académico se incorporan másteres y cursos de posgrado sobre cumplimiento normativo, surgen asociaciones especializadas que agrupan a profesionales del compliance y desde los despachos de abogados y consultoras se ofrecen nuevos servicios de externalización.

    2. Procesos: la función de compliance debe contar con procedimientos sólidos y establecer canales de denuncia y canales éticos que ayuden a minimizar los riesgos penales y las situaciones de fraude. Es necesario definir los controles necesarios en función de la actividad de la compañía, así como su metodología de seguimiento y reporte al consejo de administración.

    3. Tecnologico: en el plano tecnológico se deben facilitar los medios necesarios que permitan controlar y minimizar los riesgos a lo largo de toda la cadena de valor. La tendencia más acusada en este sentido es la implantación de herramientas de GRC (Governance Risk & Compliance Management) y de Analytics en el caso de compañías que trabajan con grandes volúmenes de datos.


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